Descripción
Esta salsa tiene todo tipo de posibilidades, mismos usos que el tomate frito, pero con un punch más característico.
Queda bien para equilibrar grasas (frituras, gratinados) y para potenciar sabores más suaves (pescados rebozados). Para pescados en salsa, albóndigas, pimientos rellenos, huevos fritos con patatas, alcachofas, …
Úntalo en una tosta y sírvela con una anchoa, gildas y bacalao ahumado.
Sabias que:
Al igual que el tomate, los pimientos de piquillo son hortalizas ricas en vitamina C y deben su color rojo al licopeno que tiene propiedades antioxidantes que aumentan al calentarse.
Así que esta salsa tiene los mismos beneficios que la salsa de tomate tradicional que os hemos contado ya.